viernes, 31 de diciembre de 2010

Despedida del 2010

«Poder escribir dentro de un año aquí otro mensaje como éste. Eso significará que sigo vivo, que tengo salud y ganas de seguir escribiendo y en este mundo»


¿Ya han pasado dos años? ¡Cómo se escapan los días! Si volviese a ser un niño… «¿Cuántos siglos caben en las horas de un niño?» El que encabeza esta entrada fue el tercer propósito para el 2009, y creo que el único bien cumplido. Este año tenía un poemario casi terminado, pero ahí se ha quedado, a la espera de que lo termine el mes que viene y lo pueda mandar a algún certamen. Pero no me importa: si voy lento será por algo, o al menos eso espero.

¿Recuentos de este año? ¿Por qué no? Nunca lo había hecho…

Este año he hecho algunas cosas de provecho. He escrito poemas, relatos, una novela y muchas canciones (tres de las cuales tuve el placer de cantar en un bar este verano y otras tres antes del verano en la facultad); he conocido a gente nueva, he hablado con mis escritores favoritos, Luis Landero, Eduardo Mendoza, Luis García Montero; he intercambiado opiniones con los hijos de José Hierro, y gracias a sus ánimos me he dispuesto a hacer un estudio sobre un aspecto muy interesante de la obra de mi poeta favorito; he recibido la enhorabuena de Luis Eduardo Aute por nuestra intervención en el homenaje a Carlos Edmundo de Ory, y otra felicitación de Laura, la viuda del poeta; he amado, besado y abrazado a mucha gente que ha recibido mis abrazos, mis besos y mi amor con buena cara; he quitado el polvo al piano y he vuelto a tocar cada día (y a estudiar, que era menos frecuente); he leído a Virginia Woolf, a Baudelaire y a Marcel Proust, que se han convertido en tres escritores de cabecera, junto a mi Blasco Ibáñez, mi Landero, mi Saramago y mi buena amiga Nieves Vázquez; he sufrido de insomnio, de ansiedad, de nostalgia; he llorado con cada verso; he visto buenas películas; he ido a buenos conciertos; he tenido un accidente de coche, gracias al cual conocí a una fisioterapeuta estupenda con una voz dulce, digna de encomio; he reído entre cafés y humo con mis amigos de la Generación del Ocho; he cambiado mi percepción acerca de la lingüística; he comido con mi hermano y mi cuñada para celebrar la alegría de su embarazo; he caminado despistado por los despachos de la facultad sin saber adónde iba; he mejorado mi salud, aunque me mate frente a la barra antes de entrar en clase; he observado el mundo; he sentido miedo; he recibido los lametazos de mi perra y la he enseñado a quererme; he soñado con volar; he abrazado a un poeta cubano y a una actriz matemática; he estado en el hospital; he abrazado a mis abuelos. He sido, como veis, muy feliz: mi vida ha continuado su rumbo y yo estoy contento de pilotar el timón.

No voy a proponerme nada nuevo para el 2011. Quiero seguir con salud, cuidarme con la gente que me quiere, escribir y leer mucho. Disfrutar de la vida y sacar tiempo de donde sea. «Sólo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo me transporte mecido hasta el siguiente».

Las campanadas de Rachmaninov se confunden con la lluvia torrencial que desde mi escritorio veo caer. ¡Pero, de repente, sale el sol! Ahora se confunden con la conversación en la habitación de al lado. Los libros me miran desde la estantería con cara de nostalgia: otro año se les escapa de las páginas. Ni la luz del flexo sabe cuánto los adoro. Los quiero tanto como a vosotros. No lo olvidéis. Yo, mientras sigo aquí, al calor de su refugio, haré lo posible por refrescaros la memoria.

Feliz 2011.

Salud y libertad.

Placeres.


Jorge Andreu

14 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Qué hermoso saber que eres feliz: la mayor parte de los maortales solo sabe que fué feliz al perder la felicidad.
Me alegro muchísimo por ti´.
Yo también soy de las que saborean el momento.
Sigue igual muchos años más.

Jorge Andreu dijo...

Gracias, María Jesús. Tus palabras me conmueven. Ojalá que saborees muchos buenos momentos esta noche y durante mucho tiempo más.

Un fuerte abrazo.

Jorge Andreu

Madison dijo...

Jorge llevo mucha prisa, mañana leeré tu post, pero no quería pasarme de largo sin hacerte la última visita de este año.
Feliz año nuevo guapetón.

Jorge Andreu dijo...

No te preocupes, Madi. Feliz año. Cuando leas la entrada, ya me dirás qué te parece.

Besos.

Jorge Andreu

Madison dijo...

Jolines Jorge, me has conseguido emocionarme.
Es un post hermoso lleno de vida como tú. Me encanta ese tipo de personas que su amor abarca hasta donde llega su mirada. Eres incrieble y soy muy dichoso por haberte conocido y sobre todo de que sentirme parte de todo lo bello que te rodea.
Que conste que te envidio un pelín, creo que escribiré una entrada en mi blog inspirada en este tuyo.
Un beso muy fuerte Jorge y felicidades por ser así. Vas a tener mucho éxito en la vida.

Jorge Andreu dijo...

Madi, me sacas los coloretes. Me siento tan bien al saber que te he inspirado para una próxima entrada en tu blog, que no sé qué decirte. Muchas gracias a ti por leerme, yo no soy más que un humilde escribiente. Son comentarios como los tuyos los que dan vida a este blog. Que sigas conmoviéndote con mis palabras ya me parece un éxito más que suficiente para publicar una entrada tras otra, amiga mía. Ese éxito inmediato es el que deseo, no llegar a una cumbre de la que pueda resbalarme como, por desgracia, hace más de una persona de cuyo nombre no quisiera acordarme.

Un fuerte abrazo, y gracias por estar ahí.

Jorge Andreu

Carm9n dijo...

Qué entrada tan bonita!! La vida está llena de estas pequeñas cosas que la van llenando casi sin darnos cuenta.
Un besazo,
¡¡¡¡FELIZ AÑO!!!!

Jorge Andreu dijo...

Carmen, feliz año a ti también. Cuánta ilusión pensar que las pequeñas cosas de mi blog llenan parte de tu vida. Ojalá siga así por mucho tiempo.

Un abrazo.

Jorge Andreu

Alberto Cancio García dijo...

Una recapitulación inmejorable, amigo, completa, aunque sé que carente de ciertas pequeñas cosas que sólo saben aquellos que te abrazan cada día. Yo espero poder seguir haciéndolo siempre, en la facultad y en la vida.
Nunca se me hubiera ocurrido reorganizar todo un año... Yo también te envidio, ¿de acuerdo? Tiene pinta de ser bastante divertido y harto constructivo, pero no puedo evitar mirar con vértigo al futuro, con algo de prisa, ya sabes: mi edad, mi concepto de la vida como una hilera de murallas que escalar... Y por eso el comentario de tu entrada en el Blog de la Generación. Tú no haces planes, y yo ya he hecho miles, ¡jaja!

Espero que, tú sin, y yo con, sigamos compartiendo experiencias tan hermosas como las que este año pasado nos ha brindado a ambos.

Mil besos y hasta que hablemos para el trabajo de recolección de romances. Creo que mañana debería llamarte.

I love you!!!

Jorge Andreu dijo...

Amigo mío, yo envidio tu capacidad de escalar murallas. Subes las murallas como yo bebo los libros. Sí me hago planes, pero prefiero no decir "voy a hacer esto" por si luego no lo hago. Por ejemplo, ya tengo una pequeña lista de lecturas obligatorias para este año, que intentaré cumplir antes de terminar el curso para así embarcarme en otra nueva lista. Pero como sé que lo más seguro es que no la cumpla a rajatabla, no puedo proponérmelo como enmienda para el año nuevo.

Los abrazos sí que estoy dispuesto a darlos y recibirlos de la gente que me rodea, porque no sabes cuánto os quiero a todos. Fíjate si os quiero, que estoy deseando volver a la facultad, aunque sea a la cafetería, ya sabes.

Un te quiero del color de la luna, que sé que admiras cada noche.

Jorge Andreu

Vero dijo...

Me alegro que haya sido un año provechoso, que el que viene te sientas más realizado si cabe y que leas cosas que te apasionen.

Besos

Jorge Andreu dijo...

Eso intentaré, Vero. Con que sea como ha sido el que ha pasado, me conformo.

Un beso.

Jorge Andreu

Alberto Cancio García dijo...

¡Jajajaja! Con que sea como el que ha pasado yo también me conformo. Un accidentito pequeño por año son 1000 euros por año. Eso equivale a una guitarra por año..., voy a tener que ensayar la postura de excéntrico :)

Jorge Andreu dijo...

Un toquecito de vez en cuando, si el resultado son 1000 euros, no está mal, ¿verdad? De guitarra a guitarra y tiro porque... Termina la frase como quieras, jeje.