martes, 25 de enero de 2011

La conjunción de dos estrellas

«Lo que acababa de ver no eran los ojos ingenuos y sencillos de una niña, sino un abismo misterioso que se había entreabierto, para volver a cerrarse bruscamente. Hay un día en que toda joven mira de esa manera. ¡Ay del que se halla presente!

La primera mirada de un alma que no se conoce todavía es como el alba en el cielo. Es el despertar de algo radiante y desconocido. Nada podría expresar el encanto peligroso de ese fulgor inesperado que de pronto ilumina vagamente tinieblas adorables y que se compone de toda la inocencia del presente y toda la pasión del porvenir. Es una especie de ternura indecisa que se revela al azar y que espera. Es una trampa que la inocencia tiende sin darse cuenta y en la que apresa corazones sin quererlo y sin saberlo. Es una virgen que mira como una mujer.

Es raro que allí donde cae esa mirada no nazca un ensueño profundo. Todas las purezas y todos los ardores se concentran en ese rayo celeste y fatal que, más que las ojeadas de las coquetas más expertas, posee el poder mágico de hacer que brote súbitamente en el fondo de un alma esa flor sombría, llena de perfumes y de venenos, que se llama el amor».

Victor Hugo, Los miserables
(Buenos Aires, Losada, 2008, p. 575)

Decidme, ¿acaso no es delicioso? ¿Cómo será la novela en lengua original?

6 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Llevas razón. es un texto realmente delicioso.
Los novelistas decimonónicos son una auténtica pasada. En concreto, los franceses alcanzan alturas prodigiosas con las letras. Todavía recuerdo el embrujo que me produjeron Stendhal y Flaubert. A Hugo lo he leído poco... Son tantos y tan buenos...
Abrazos, querido Jorge.

Jorge Andreu dijo...

Qué alegría verte, Isabel! Pues mira, yo tengo a Flaubert aún en la estantería y espero cogerlo pronto, y a Stendhal en la lista de pendientes. Tengo una serie de títulos y autores que me gustaría leer antes de terminar el curso, ya no antes de cada estación porque este año estoy muy ocupado. Ya te contaré. Victor Hugo, ese sí te lo puedo decir, es una delicia: creo que Los miserables se va a convertir en una de mis novelas favoritas cuando la termine.

Gracias por venir, amiga mía. Un fuerte abrazo.

Jorge Andreu

mariajesusparadela dijo...

Leí los miserables cuando tenía 14 años. Era un reto y una rebeldía, porque en aquella época estaba en el "Índice" de lecturas prohibidas por la censura.
Le siguieron varias relecturas, porque sigue vigente, injustamente vigente.

Jorge Andreu dijo...

Yo he llegado un poco más tarde a leerlo, María Jesús. Lo cierto es que con 14 años la lectura era un enemigo para mí. Con 20 años, creo que esta obra será una de mis predilectas y merecerá alguna relectura.

Un abrazo.

Jorge Andreu

Madison dijo...

Jorge compré el libro hace un par de años y todavía no lo he leido.
No tengo perdón

Jorge Andreu dijo...

No te preocupes, Madi, yo llevaba un año con el libro en la estantería. Ahora me arrepiento de no haberlo cogido antes, pero las cosas son así. En lugar de disfrutarlo hace un año, lo disfruto ahora. Puedes hacer lo mismo, jeje.

Un abrazo.

Jorge Andreu