jueves, 6 de septiembre de 2012

Notas al pie de mármol (I)

Esta tarde, mientras saboreaba un café después de muchos días sin probar lo exquisito de una hora de lectura sosegada, Marcel encontró una de esas citas que parecen aguardar en el reverso de una página para convencernos de una opinión que poco a poco la memoria conjuga. Fue como un pellizco en mitad del ensueño. De inmediato dejó el libro sobre la mesa, hizo un hueco para su libreta y anotó la frase con el fervor de quien descubre un misterio:

«Sólo la prueba del paso del tiempo y de la acción de los elementos revelaba la belleza de una construcción, ennoblecida por la intemperie y gastada por el tránsito de las vidas humanas igual que el mango de una herramienta o que los peldaños de una escalera».
Antonio Muñoz Molina: La noche de los tiempos 
(Barcelona, Seix-Barral, 2009, págs. 269-270)

Después de tal acierto, la tarde parece haber dado sus frutos. 


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